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Este es uno de los proyectos finales de 20 Fotógrafos Bolivia que se realizó en 2018 Concepción, en el corazón de la Chiquitania Boliviana. La Universidad Evangélica Boliviana fue una de las instituciones aliadas.

Relevamos aquí este trabajo de Luis Bernardo Cano y Giulio Cirri, tutoreado por Patricio Crooker y con montaje de Diego Mondaca, por su mixtura entre fotografía, video, cine y documental.

La página web de 20 Fotógrafos de Bolivia dice así de este video, que estamos compartiendo desde una publicación de Youtube de la misma institución organizadora:

«La Dolorida es un lugar misterioso a 30 km de Concepción. La entrada a la propiedad es un camino de selva y luego de un kilometro salta a la vista un lugar maravilloso, una casa rodeada por dos lagos y la tumba de Hans que reposa debajo de dos cipreses.

Hans Ertl, fotógrafo y camarógrafo personal del general nazi Erwin Rommel, se refugió y pasó sus últimos años de vida exiliado en la Chiquitanía. Lejos de las montañas que amaba, encontró un hogar en este entorno que protegió hasta el día de su muerte.

Perseguido por el régimen alemán y asilado en este lugar remoto, vivía en constante paranoia que, con el pasar de los años fue incrementando, hasta el punto que solo se alimentaba con avena por miedo a ser envenenado.

Su cuerpo yace en esta tierra, tierra que quiso mezclar con tierra alemana. Murió a sus 92 años y el día de su entierro se dice que una serpiente entró en su tumba».

One Comment

  • Graciela Hurtado dice:

    Es, en verdad, muy impresionante cómo las imágenes que muestra el video (carecientes casi por completo de color), junto con la canción alemana (que transmite nostalgia) y los sonidos de fondo (que parecieran transmitir peligro y que abruman completamente al escucharlos) transforman una escena que, de otra forma, podría parecer bella y pacífica, en una de ansiedad, soledad y angustia.
    Todos estos elementos combinados logran transportarnos hacia otro tiempo, y hacernos prácticamente ver a través de los ojos de Hans Ertl; hasta se puede sentir esa paranoia que tanto le abrumaba.
    Y la última toma es algo que termina de coronar por completo este trabajo; la última escena que se nos muestra es, precisamente, la última gran escena de la vida de Ertl; el camino a su tumba.
    Qué gran manera de introducirnos a este personaje y al místico lugar de La Dolorida.

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