REPORTAJE
Por: Joel Alexis Candia
La esquizofrenia es un trastorno mental que pasa desapercibido por la sociedad boliviana, según las encuestas realizadas a familiares de pacientes esquizofrénicos por la MSc. en Enfermería Médico Quirúrgico, Jenny Nieto, se interpretan algunas gráficas de este trabajo de campo que demuestran la falta de información con respecto a este tema en el Hospital de Especialidad Psiquiátrico CNS La Paz. A continuación, se presentan dos gráficos de los resultados en trabajo de campo de esta tesis académica en la UMSA.

Fuente: Jenny Lilian Nieto Navarro (2018).
En el gráfico Nº 1 se observa que el 73% de los familiares no conocen la enfermedad de esquizofrenia, mientras el 27 % de los familiares conocen la enfermedad del paciente. Por tanto, de acuerdo al gráfico Nº 1, se nota que la mayoría de los familiares no conocen la enfermedad y en menor porcentaje conocen, esto nos permite interpretar que es necesario fortalecer el conocimiento de los familiares de pacientes con esquizofrenia.

Fuente: Jenny Lilian Nieto Navarro (2018).
En el gráfico N° 3 se observa que el 60 % de los familiares no conocen las causas de la enfermedad de la esquizofrenia, mientras que un 40 % de los familiares conocen las causas de la enfermedad del paciente con esquizofrenia. Por tanto, del gráfico Nº 3, se interpreta que la mayoría de los familiares no conocen las causas de la enfermedad y un menor porcentaje si conocen las causas, por lo que se interpreta que debe capacitarse a los familiares en cuanto a las causas de la enfermedad de esquizofrenia.
Por su parte, dos psiquiatras que ejercen su profesión en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, René Calvimontes y Galia Ascarrunz, concuerdan en que la falta de información hace que esta problemática social se refleje en la urbe cruceña y con esto se desemboca a que el tema pase desapercibido, ya que lo desconocido pasa desapercibido.
La estigmatización y discriminación es común entre familiares, entorno social y en pacientes que, no solamente padecen esquizofrenia, sino los diversos trastornos mentales. El doctor Calvimontes señala que esto sucede debido a que nuestra sociedad no está acostumbrada a la información, sino al ‘chisme’, el cual perjudica en la recuperación de estos pacientes.
Este trastorno mental se traduce en una distorsión de la realidad, ya que según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V), señala que en todas sus variantes de la esquizofrenia se presentan delirios que se traducen en una creencia que se mantiene constante a pesar de que existe evidencia sobre lo contrario. Es decir, los pacientes con esta enfermedad son propensos a tener ideas desconectadas e incoherentes.
Como ejemplo que reflejan las observaciones clínicas realizadas por la psiquiatra Galia Ascarrunz en pacientes con trastornos mentales; un esquizofrénico hipotético tiene la convicción de que unos demonios le persiguen. Y, ante este escenario, una buena parte de la sociedad, familiares y hasta el mismo paciente niegan poseer una enfermedad mental y evitan buscar asistencia psiquiátrica por la estigmatización.
Estas ideas delirantes tienen una interpretación carente de información por parte de la población en general, ya que como señalan los estudiosos sobre enfermedad mental: Manuel Muñoz, Elisa Pérez Santos, María Crespo y Ana Isabel Guillen, manifiestan en tres aspectos que “el estigma se pone de manifiesto en tres aspectos del comportamiento social: El estereotipo de la peligrosidad, el auto- aislamiento social, y el ocultamiento del problema”.
Según la investigación, Creencias sobre las causas de la esquizofrenia en pacientes aymaras y no aymaras y sus cuidadores principales en la región centro-sur, es importante saber las creencias de la causa de la esquizofrenia, tanto del paciente como de los familiares, como del cuidador primario (quien por lo general son las progenitoras de los pacientes), ya que esto puede afectar el tratamiento.
Estudios de casos en el artículo científico Estructura familiar en un paciente esquizofrénico de origen aymara, demostraron que los pacientes que sostienen un modelo psicosocial de creencia, en el que las causas principales de esquizofrenia provienen de factores externos como condiciones económicas, estrés y educación, tienen un mejor resultado clínico, sin embargo, aquellos que sustentan un modelo de creencias caracterizado como mágico-religiosa, tienen un resultado clínico negativo.
Investigaciones como el estudio de caso realizado en el Departamento de La Paz durante el 2017, titulado Estructura familiar en un paciente esquizofrénico de origen aymara demuestran que las percepciones para tratar la esquizofrenia son variables dependiendo de las diferentes culturas, las cuales poseen sistemas de creencias distintos.
Por tanto, este estudio de caso señala que el factor religioso influye en explicar cuál es la causa de la enfermedad. Y una vez conocido el origen del trastorno mental será más fácil buscar un tratamiento adecuado conforme a las creencias que tengan estos pacientes, ya que así los profesionales de la salud mental sabrán cómo proceder.
En la tesis académica, Nivel de conocimiento de familiares concerniente a esquizofrenia en pacientes del Hospital de Especialidad Psiquiátrico CNS La Paz, de la magíster en Enfermería Médico Quirúrgico, Jenny Nieto, contextualiza: “se puede decir que tanto para la cultura Aymara como para la (sociedad urbana) cultura occidental, es importante la intervención de la familia”.
En contraparte, la realidad de la urbe cruceña difiere en este aspecto. Los psiquiatras René Calvimontes y Galia Ascarrunz, revelan que generalmente en la población de Santa Cruz se tienen prejuicios de que las personas en la calle que están desnudas, cuando probablemente se trate de alguna variante de esquizofrenia u otro trastorno mental.
“La salud mental no tiene status social. La esquizofrenia de los pacientes pobres, pobres, pobres determina que no pueden acceder a un tratamiento. Lastimosamente la medicación que podría darle el Gobierno a los pacientes mentales también se ve restringida, no existe. Entonces, los pacientes empiezan a deambular en las calles, los que parecen drogadictos, los que aparecen desnudos y, el paciente esquizofrénico es abandonado. Se queda en situación de calle. ¿Por qué? Porque la falta de educación que tiene (la sociedad); a esos pacientes los llaman locos (…) lo que la gente no sabe es que es un trastorno mental grave, crónico”, precisó Calvimontes.
Por su parte, la psiquiatra y docente en Neuropsicología en la Universidad Evangélica Boliviana (UEB), Ascarrunz, señala que “hay todavía mucha estigmatización sobre las enfermedades mentales, ya que ir a un psiquiatra es sinónimo de locura. La gente prefiere ir antes a todas las especialidades, prefieren pensar que es una enfermedad física antes que una mental. Incluso prefieren pensar que son brujerías y acuden a curanderos. Puede ser por cultura que aún no hay aceptación de patologías mentales y poca información e interés”.