REPORTAJE
Por: Arnold Castro Ríos
El uso de plaguicidas en cultivos puede crear una serie de problemas para el medio ambiente. Los plaguicidas más conocidos son: los insecticidas y los herbicidas. El 98 % de los insecticidas aplicados y el 95 % de los herbicidas llegan a un destino diferente, incluyendo especies vegetales, animales, aire, agua, sedimentos de ríos, mares y alimentos. Los plaguicidas son una de las principales causas de la contaminación del medio ambiente, esto debido a que las partículas de los pesticidas quedan en el aire y son llevadas por el viento a lugares fuera de los cultivos.
Según la definición de la Organización de las Naciones Unidas de la alimentación y la Agricultura, más conocida como la FAO, plaguicida, es cualquier sustancia destinada a prevenir, destruir y combatir cualquier plaga, incluidas las especies indeseadas de plantas o animales. Los plaguicidas no son necesariamente venenosos, pero pueden ser tóxicos para el medio ambiente y para la salud de los humanos.

Antonio Sanjinés estudio Economía en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, actualmente es parte del equipo de la Unidad de Agroecológica de la institución Productividad Biosfera Medio Ambiente (Probioma), ha trabajado en el Programa Soya y Maíz, responsable desde el año 2011 hasta el 2015, trabaja actualmente en proyectos de fortalecimiento de los sistemas alimentarios de comunidades y pequeños productores del Chaco y Chiquitania.
Tiene mucha experiencia más de 9 años trabajando en Probioma, investigando, recopilando datos de artículos, esto lo convierte en una fuente autorizada para explicarnos mejor sobre las plaguicidas. Ha participado en la investigación de la institución Probioma sobre “Los agrotóxicos y sus efectos en los pesticidas en Bolivia”.
Beneficios de los plaguicidas
Según el experto Antonio Sanjinés los “plaguicidas” son sustancias químicas cuya utilización tiene como propósito el control de todo tipo de plagas. Estas sustancias químicas se pueden encontrar en forma líquida, sólida o gaseosa y según su acción concreta se dividen en: insecticidas, herbicidas, fungicidas, acaricidas, bactericidas, junto a otras variantes más. Son usadas en la agricultura y la ganadería mayormente.
Las plagas son cualquier tipo de organismo que por su densidad de población perjudica los cultivos, la salud, los bienes y el medio ambiente. Sanjinés explica, ‘’los plaguicidas han sido diseñados específicamente para combatir todo tipo de plagas, como ser insectos, hongos, roedores, y aves, etc. También se utilizan mucho en la agricultura con el factor principal de proteger los cultivos y garantizar la calidad de la producción alimentaria.’’
En el área urbana los plaguicidas pueden ser usados para evitar la invasión de especies animales consideradas como plagas. Algunas de estas especies incluyen a roedores, cucarachas, mosquitos, entre otros. Por otro lado, estas sustancias se usan para deshacerse de la maleza en los jardines.

Estas sustancias se utilizan para eliminar todo tipo de plaga
Sustancias químicas prohibidas
Hay muchos tipos de plaguicidas que se utiliza en Bolivia, lo más buscados en el mercado son los Paraaquat, Filtonil, Cipermetrina, Endosulfan y monocrotophos, los últimos dos están prohibidas a nivel mundial por su alto grado de peligrosidad que puede generar hasta muerte.
Existe una clasificación creada por la organización mundial de la salud, para medir el nivel de toxecidad de los plaguicidas.

En Bolivia la venta y la exportación de sustancias químicas se ha incrementado en los últimos 15 años según probioma. Toda plaguicida debe ser aprobado por SENASAG antes de ser vendido.

Consecuencias negativas
De acuerdo a la investigación ‘’Los agrotóxicos y las pesticidas en Bolivia” realizada por Probioma, los beneficios aportados por la aparición de la química han sido de gran ayuda, pero también han ido asociados a multitud de efectos negativos y perjudiciales para nuestro medio natural. La pérdida de biodiversidad y las fuertes perturbaciones en la relación y proporción entre depredadores y presas, son un ejemplo de ello. Así mismo, no podemos olvidar los graves efectos y consecuencias para los seres humanos, pueden tener efectos perjudiciales para la salud, por ejemplo, pudiendo provocar cáncer, afectar el sistema inmunológico, dañar el sistema nervioso y mucho más.
Los plaguicidas pueden tener efecto negativo para el medio ambiente. Estas sustancias podrían envenenar la tierra, matando a insectos, gusanos, hongos y bacterias necesarias para la creación de nutrientes en el terreno. También pueden envenenar el agua, matando a los peces y dañando a los animales o personas que tomen esa agua.
Toda La población en general está expuesta a las plaguicidas, no sólo los agricultores, también se encuentran expuestos los alimentos que consumimos a diario.
Impacto Mundial
La División de Población de las Naciones Unidas ha calculado que, en 2050, la población mundial será de 9700 millones de personas, un 30% más que en 2017. La gran mayoría de este crecimiento se producirá en los países en desarrollo.
De acuerdo con las previsiones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el 80% del aumento de la producción de alimentos necesario para hacer frente a este crecimiento demográfico se obtendrá gracias al mayor rendimiento de los cultivos y al aumento de las cosechas anuales en el mismo suelo.
Los plaguicidas se continuarán utilizando porque permiten evitar pérdidas importantes de las cosechas. Sin embargo, sus efectos sobre las personas y el medio ambiente son una preocupación permanente.
El uso de plaguicidas para producir alimentos, tanto para el consumo local como para la exportación, debe cumplir con las prácticas agrícolas correctas con independencia de la situación económica del país. Los agricultores no deben aplicar más cantidades de estos productos que las necesarias para proteger sus cultivos. Sin embargo, en determinadas condiciones también es posible producir alimentos sin necesidad de plaguicidas.
Recomendaciones
Según las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) las personas que hacen uso de estos productos en cultivos, en los hogares o en jardines deben protegerse adecuadamente. Los alimentos que se venden deben cumplir con los reglamentos sobre plaguicidas. Las personas que cultivan para el autoconsumo deben seguir las instrucciones de uso de los plaguicidas y protegerse con guantes y máscaras siempre que sea necesario.
Para cuidar la salud de quienes no hagan uso directo de estas sustancias, es conveniente alejarlas al momento de aplicar plaguicidas a los cultivos o plantas de nuestro jardín. También se recomienda hacer lo mismo con las mascotas, para evitar su exposición a estas sustancias. Por otro lado, existe la posibilidad de producir alimentos sin hacer uso de plaguicidas, esta es una mejor opción para evitar posibles daños medio ambiental y a la salud.