REPORTAJE
Por: Joel Alexis Candia Pedraza
En el departamento de Santa Cruz-Bolivia se concentra una diversidad de plantas endémicas, raras y autóctonas; una flora caracterizada por habitar en zonas genuinas en el mundo tal como lo son el Bosque Seco Chiquitano, el Cerrado y el Pantanal, que conforman la ecorregión de la Chiquitanía. Esta área natural ha sido centro para diversos estudios florísticos y ecológicos en los últimos 20 años. En este contexto, y con el fin de generar documentos que contribuyan a la gestión de la conservación, es que nace la iniciativa del programa ʺÁreas Tropicales Importantes de Plantasʺ (TIPAs), impulsado por el Royal Botanic Garden, Kew de Reino Unido y el Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado (MHNNKM), institución que lleva más de 30 años en la investigación en Santa Cruz y Bolivia.
El programa TIPAs inició su investigación en la ecorregión de la Chiquitania. La investigadora y una de las responsables del proyecto, Maira Martinez, explica que se seleccionó esta región por ser centros de alta diversidad y endemismo (hecho de tener una especie de planta o animal en un área de distribución única y limitada). Particularidad que se debe al mosaico de hábitats, mismo que se desarrollan sobre el escudo precámbrico, una zona genuina por conservar rocas antiguas que pertenecen al período precámbrico de la historia. Esta ecorregión única, está bajo una presión creciente por la expansión de la agricultura, soya, ganadería, tala y agricultura de subsistencia. Además de ser una de las regiones más vulnerables y con un constante cambio del uso del suelo, es decir, áreas que eran de uso forestal son transformadas para otros fines como la agricultura.
A continuación, veremos un mapa en el que se identifican los TIPAs en curso con color lila, el color verde oscuro son las áreas tropicales identificadas, y los países con color verde claro son zonas en las que el programa ha iniciado, pero los sitios no están completamente documentados.
Bolivia es el país que tiene esta ecorregión en mejor estado de preservación. Otros países como Brasil se han visto devastados por la deforestación, causada por la siembra de soya y la expansión de la ganadería; una práctica que amenaza a plantas endémicas. Desde hace un año este peligro está en Bolivia, debido a políticas de desmontes y quemas.
El Royal Botanic Gardens, Kew es la institución impulsadora de la Red mundial de Tropical Important Plant Areas (TIPAs), que tiene como objetivo completar la primera fase: delimitación y mapeo en siete países a lo largo de los trópicos. Bolivia está dentro de esos países y se caracteriza por ser uno de los mega diversos, con 15.345 especies de plantas registradas en su primer catálogo publicado en 2014. Para el Kew y MHNNKM, sus principales objetivos dentro de la Chiquitania son: Identificar las áreas o hábitats más importantes para plantas raras, amenazadas y endémicas; Designar TIPAs a priorizar para la conservación; y promover la gestión sostenible y protección de las TIPAs mediante la participación de tomadores de decisiones gubernamentales (municipales, departamentales y nacionales), comunidades locales e instituciones de conservación. Con estos objetivos se inició en el año 2017 el programa TIPAs en la Chiquitania.
Entre las primeras actividades del programa, es la recopilación de datos de herbarios nacionales e internacionales, digitalizar, limpiar y georreferenciar todos los registros botánicos de las especies endémicas y raras de la Chiquitania. Algunas colecciones realizadas inclusive desde 1907 y, por supuesto, colectas resientes. “Contar con esta información clara y precisa, es fundamental, ya que permite llevar a cabo una de las etapas más importantes para las TIPAs: las evaluaciones de riesgos de extinción para cada una de las especies endémicas y raras, de acuerdo a criterios de la IUCN”, subraya la investigadora Maira Martinez.
También están las expediciones de campo, que complementan información de los registros botánicos y además permiten llenar vacíos. Expediciones que son lideradas por diferentes expertos botánicos del Kew y del Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado (MHNNKM). Tal como se indica, una de las etapas fundamentales, es la evaluación de riesgo de extinción de las especies, la cual permite aplicar los criterios TIPAs, evaluaciones que son realizadas por asesores expertos certificados por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).

Taller de revisión de evaluaciones UICN de especies por expertos botánicos y ecólogos en el Museo NKM. Foto: Bente Klitgaard
“Una vez el asesor ya tiene lista su categorización, pueden ser especies en Peligro Crítico, Vulnerable o a veces Datos Deficientes. Las categorías son ocho y muchas especies alcanzan umbrales para cualquiera de estas categorías; dependiendo mucho del tipo de información que se obtenga para las especies. Con esta categorización, los expertos botánicos son los que tienen que dar la revisión a cada una de estas especies. Entonces, son revisadas las especies y recién pueden ser publicadas en el portal o sitio web de la IUCN, evaluaciones a nivel global”, explica Maira Martinez que actualmente es la responsable del programa TIPAs en Bolivia.

Visita de un grupo de botánicos al Parque Noel Kempff. Foto: Maira Martínez.
Esta investigadora, Maira Martínez, fue formada en el MHNNKM, recibió capacitación y entrenamiento por asesores expertos de la IUCN en Reino Unido y botánicos del Royal Botanic Gardens, Kew, para así formar parte del equipo de investigadores. Por ahora, se tienen identificadas 15 Áreas Tropicales Importantes de Plantas en la Chiquitania, donde existen altas concentraciones de plantas endémicas y raras, además hábitats con alta diversidad botánica y bajo amenaza. También se ha evaluado el riesgo de extinción de casi 200 especies de acuerdo a los criterios de la UICN. Del total de estas especies evaluadas, un gran número se encuentra en peligro de extinción siendo una de las principales causas la expansión de la agricultura, soya, ganadería, tala y agricultura de subsistencia, además de que existen ciertas plantas que habitan en áreas específicas debido a sus condiciones.
Algunas plantas endémicas tienen ciertas particularidades, en su tamaño, forma de crecimiento, donde crece, distribución o incluso algunas necesitan de ciertos factores para desarrollarse. Por ejemplo:
Praxelis chiquitenis: Es una planta en peligro de extinción. Crece en las grietas en las torres de El Mirador y El Arco y en ningún otro lugar en el mundo.
Ipomoea psammophila: Es una planta endémica en peligro de extinción. Una singularidad es que florece después del fuego en la provincia de Chiquitos.
Manihot fabianae: Actualmente, es una planta en peligro de extinción. Crece en lugares rocosos, es resistente a plagas y adaptada a sequías, con alto potencial genético para mejorar el cultivo de la yuca.
Blepharodon crabronum: Esta planta está en peligro de extinción. Crece en grietas de La Torre, El Arco y en El Mirador, pero esta planta tiene protección natural de las avispas. Los botánicos aprendieron eso por las malas, cuando colectaron esta planta y salieron estas avispas a su defensa.
Mimosa jacobita: Es un pequeño subarbusto en estado Vulnerable, que se hace fuerte en las áreas donde las rocas tienen espacio y permiten la formación de sustrato.
Plantago pyrophila: Es una planta categorizada como Vulnerable y muy restringida ya que aparece después de la quema. Su floración es estimulada por el fuego y no se puede ver en áreas que no se han quemado.
Los registros y documentos elaborados por el programa TIPAs pretenden en primera instancia identificar, delimitar sitios potenciales para la conservación de plantas. Áreas protegidas a nivel nacional, departamental, municipal se distribuyen en la Chiquitania, en algunos casos estas áreas de conservación y los sitios potenciales que se están identificando coinciden, lo cual permite avanzar y fortalecer la conservación de estos sitios.
“Lo que TIPAs quiere en un futuro o en una segunda fase es que estas áreas tropicales, que ya se están identificando como potenciales; sean designadas. La designación es incluirlas en una normativa de conservación ya sea a nivel comunidades, municipales o departamentales; eso va variar dependiendo de cada sitio porque cada sitio cuenta con diferentes escenarios y actores (tipo de tenencia de la tierra)”, aclara Martínez a uno de los objetivos de la investigación.

Campo rupestre después de una quema, EL Arco Santiago de Chiquitos. Foto: Bente Klitgaard.
La importancia de la investigación de “Áreas Tropicales Importantes de Plantas” (TIPAs) es conservar estas especies únicas del mundo y endémicas de nuestro país con el fin de proteger aquel patrimonio natural, pues estos lugares fueron creados poco a poco a lo largo del tiempo por la naturaleza, como la preservación del escudo precámbrico que data de rocas antiguas y, donde ahora, habitan plantas que no están en ningún otro lugar más. Por su parte, la investigación también identifica la importancia de especies de plantas con valor social, cultural, por ejemplo, parientes silvestres de plantas que se cultivan, plantas útiles como medicinales, maderable u otro uso. Este aspecto socioeconómico fortalece la identificación y designación de las TIPAs.
“Cuando perdemos una especie endémica, en este caso flora o fauna, se pierden miles de años evolutivos. Entonces, lo que se busca es justamente proteger estas cosas, los recursos genéticos, el rol que tiene cada una de estas especies dentro del ecosistema”, finaliza Martínez.