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REPORTAJE

Por: Sergio Hernan

El mal de Chagas es una enfermedad causada por el insecto conocido popularmente como Vinchuca, que a través de sus heces u orina transmite el parásito llamado Trypanozaoma Cruzi. Actualmente el Mal de Chagas no tiene una cura, está considerada endémica en América, pero se han detectado casos en Europa o países alejados como Japón. Debido a la migración de embarazadas contagiadas, la enfermedad se esta expandiendo y hace que cada vez más países vengan a Bolivia a estudiar mejor la enfermedad.

Benjamín Quiroga junto a sus colegas del Programa Departamental de Chagas

Conociendo a nuestro investigador

El personaje principal de esta historia es un apasionado por la investigación y su hoja de vida lo demuestra. Benjamín Quiroga es egresado de la carrera de Bioquímica y Farmacia en la Universidad Gabriel Rene Moreno, lleva más de diez años como docente en universidades de Santa Cruz, tiene un diplomado en epidemiologia y cuenta con una maestría en salud pública. Pero como dijimos que su pasión es la investigación, 18 años de trayectoria como el encargado del área de Investigación en el Programa Departamental de Control de Chagas Santa Cruz, a través del servicio departamental de salud (SEDES), lo convierten en una fuente autorizada para explicarnos mejor sobre el Mal de Chagas.

La investigación en Bolivia se encuentra en aumento, pero todavía no es una prioridad, solo el 0,16% del Producto Interno Bruto (PIB) se destina a la investigación. Gran parte de los investigadores deben tener un trabajo paralelo. “En mi caso hago eso, investigo realidades con respecto al trabajo que desempeño, de manera que el tiempo invertido en la investigación, es también tiempo invertido en mi trabajo” relata el bioquímico Quiroga.

Quiroga con su equipo de trabajo

Para realizar una investigación se trata de organizar equipos de manera que se aliviane la carga horaria invertida. La cooperación extranjera es vital para la financiación, como para nuevas ideas o prestigio internacional. Quiroga ha trabajado con investigadores de diversas Universidades, como la de Nagasaki en Japon, o de la Universidad John Hopkins de Estados Unidos, entre otras. Por ejemplo, en el año 2019 fue colaborador en un artículo de investigación para la revista académica Enfermedades tropicales desatendidas, que cuenta con subvención de la fundación Bill y Melinda Gates. El estudio se realizó a niños de 5 a 12 años de Santa Cruz para conocer su respuesta al tratamiento contra el Chagas.

Características del Mal de Chagas

El Mal de Chagas es una enfermedad que afecta principalmente a las poblaciones de bajos recursos, con casas precarias de adobe que son el hábitat ideal de la vinchuca. Está incluida dentro de las denominadas enfermedades olvidadas, debido a que su incidencia en el cuerpo se ve a futuro. Pero lo más peligroso que conlleva la enfermedad es la indiferencia al diagnóstico. “Existe la creencia de que la enfermedad no causa daño y no tiene cura. Esa es una de las principales causas de rechazo al tratamiento y eso influye a que sea minimizada por la población, que no va al médico y deja que la enfermedad avance” asegura Quiroga.

Datos oficiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que entre 6 a 7 millones de personas en el mundo están infectadas del Mal de Chagas, la mayoría en América latina. Además de la transmisión a través de la vinchuca, también se puede producir vía oral (alimentaria), por transfusión sanguínea, o mediante la transmisión de la madre al hijo por el embarazo. Este último caso se conoce como Chagas Congénito, que logra que  la enfermedad se propague a Estados Unidos o países de Europa por la migración de madres bolivianas portadoras de Chagas, situación que pone a Bolivia en el foco de investigación internacional.

Se considera una enfermedad silenciosa porque los síntomas no son específicos y pueden confundirse con otras dolencias, pero sus consecuencias pueden ser fatales a largo plazo. En el 2005 los municipios endémicos registraban una infestación por encima del 3,9%. Pero la Ley N° 3374, promulgada el 23 de marzo de 2006, declaro como prioridad nacional, la prevención y lucha contra el mal de Chagas en todo el país, y eso contribuyo a que actualmente se haya disminuido los contagios al 1,3%, pero todavía existe mucho por mejorar.

Según la OMS: “el único criterio de curación es la seroconversión, condición en la cual el sistema inmunológico genera anticuerpos capaces de atacar la infección”. Sin embargo, esto no es posible observar a corto plazo, se necesita de muchos años para su observación y en los casos de Chagas crónico puede durar toda la vida. Ante esta situación el Programa Departamental de Chagas solo tiene una recomendación, que es realizar controles anuales para medir los niveles de parásitos de la enfermedad presentes en la sangre.

Enfermero haciendo estudios para detectar el Mal de Chagas

Existen dos fases del Mal de Chagas, una parte aguda de corta duración que se presenta en bebes de hasta un año, mientras que la fase crónica se presenta después del primer año, pero es más común en adultos.

El Programa Departamental de Chagas fue impulsado por el gobierno nacional y empezó en el 2006 tratando a los bebes. En el 2009 se comenzó a ampliar el diagnóstico y el tratamiento a niños de 1 a 15 años, instruyendo la inclusión de estas actividades a todo el sistema público de salud de manera gratuita. A partir de la gestión 2018 se inicia la inclusión de la población adulta. En la actualidad se realizan 23.000 pruebas de diagnóstico por año.

Durante el desarrollo de este reportaje se pudo tener acceso a una paciente de nombre Luisa, que se encuentra afrontando la enfermedad.: “Empecé el tratamiento contra el Mal de Chagas, pero las pastillas me hacían mal y decidí dejarlo, ahora lo voy a retomar porque estoy sufriendo problemas digestivos y por momentos siento que el corazón me aprieta y tengo que ir urgente al hospital”, nos dijo esta señora.

Investigación

Para dar respuesta al rechazo de los enfermos al tratamiento, Quiroga se encuentra realizando una investigación con pacientes con Chagas crónico que trabajan en la policía boliviana, y que son atendidos en la Clínica Policial Virgen de Copacabana. Este estudio se comenzó en septiembre de 2019 y durará aproximadamente 2 años, y tiene el objetivo de conocer la eficacia del tratamiento debido a que hay mucha deserción.

En Bolivia el 31% de los pacientes diagnosticados con Chagas crónico desiste del tratamiento por diferentes motivos, “los síntomas más comunes que causan el abandono son dermatitis, o dolor abdominal por la dosis de los medicamentos”, nos cuenta Julio Cesar Romero, jefe médico de la Clínica Policial.

Policías en la reunión de coordinación

En el inicio de este estudio se hacen pruebas de sangre a los policías, luego las muestras se llevan al Instituto Maternológico Percy Boland (IMPB), donde se realiza otra técnica más rigurosa conocida como ELISA, para confirmar el diagnostico de Chagas crónico. Los pacientes confirmados a realizar el tratamiento se les hacen estudios complementarios.

La bioquímica Olga Loayza es una de las encargadas de hacer los estudios y nos explica el procedimiento: “Consiste en un hemograma, medición de glucosa, urea creatinina, colesterol triglicéridos, examen de orina y un electrocardiograma para conocer el estado del paciente antes de empezar, y ver cuan avanzada esta la enfermedad. Al finalizar el tratamiento se vuelve a hacer los mismos estudios y se van a entregar al jefe medico para su análisis” dice la especialista.

En el IMPB se realiza la técnica de Reacción en Cadena de la Polimerasa en tiempo Real (qPCR), que consiste en ampliar fragmentos de ADN del parásito para encontrarlos, ya que en la etapa crónica son difíciles de detectar porque se meten en los tejidos.

“El tratamiento dura 60 días, pero tiene que estar acompañado de una dieta, porque hemos visto reacciones adversas por el consumo de alcohol y de comidas grasas, todas estas cuestiones hay que analizarlas en el estudio para mejorar el tratamiento para evitar el abandono del mismo” dice Benjamín Quiroga.

Actualmente de un total de cinco muestras el estudio se encuentra en la segunda fase, llamada post tratamiento. Estas muestras se toman cada seis meses para evaluar su eficacia, que consiste en conocer los niveles de parásitos en el cuerpo. Sin embargo, la pandemia del Coronavirus que castiga a la sociedad hizo que la investigación se encuentre momentáneamente parada, debido a que nuestro investigador el bioquímico Quiroga fue requerido para luchar contra la pandemia.

Para culminar este estudio solo faltan seis meses, y va a ser un gran avance para mejorar la aplicación del tratamiento y evitar que más personas lo abandonen. Porque esta situación modifica su eficacia a futuro, y además produce pérdidas económicas al estado. La idea es que las personas tomen conciencia de la gravedad de la enfermedad y se pueda lograr su erradicación por completo.

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