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Por Areli Sánchez

María Teresa Vargas inició sus estudios en 1996 en la UEB e incursionó en proyectos de conservación ambiental. Es una de las pocas mujeres del país al frente de una ONG medioambiental. Desde el 2001 desempeña la función de Directora Ejecutiva en la Fundación Natura Bolivia.

-¿Qué es lo que más le apasiona de la comunicación?
Lo que más me apasiona de la comunicación y específicamente del periodismo es tener la posibilidad de acercarme a la gente. El periodismo es acercarse a la vida de las personas, a sus alegrías, dolores y penurias; convertirse en el portavoz, de muchas voces, de historias que no son contadas y que no pudiera imaginar.
La comunicación es otra manera de llegar a la gente, otra manera de servir a mi pueblo, en ese sentido eso es lo grandioso ahora, porque entiendo más lo que le pasa a muchos agricultores rurales en Bolivia; en lo que producen, lo que dejan de producir, el impacto que tienen cuando hay una sequía o inundación, las necesidades que tienen para llevar sus productos al mercado; es otra manera de relacionarse con mi pueblo.

“El periodismo es acercarse a la vida de las personas, a sus alegrías, dolores y penurias”

-¿Qué proyectos tiene la Fundación Natura?
La Fundación Natura ayuda a conservar las fuentes de agua. Ayudamos a los gobiernos sub nacionales a crear áreas protegidas en su territorio, a comunidades a proteger fuentes de agua. Creamos hasta el momento 23 áreas protegidas. Muchas personas piensan que el agua empieza y termina en un grifo pero en realidad el agua no empieza en el grifo, el grifo es un resultado de lo que ha pasado mucho antes para que el agua sea canalizada y llegue hasta la casa del ciudadano. Conectamos la obra físical de acceso al agua con la infraestructura verde que es necesaria conservarla para que tengamos el elemento en el corto, mediano y largo plazo. Estamos en 60 municipios del país, cinco regiones de Bolivia y trabajamos casi con 15.000 agricultores.

“Estamos en 60 municipios y trabajamos con 15.000 agricultores”

-¿Qué le motiva a trabajar en una ONG dedicada al medioambiente?
Para mí trabajar dentro del área ambiental es una manera de escuchar las historias, pasar tiempo con los agricultores, siendo testigo de los cambios y también porque no tenemos dos planetas, tenemos solo uno, por lo tanto debemos aprender a cuidarlo y tratar de desarrollar nuestro ambiente.

-¿Qué recuerdos tiene de sus años de estudio en la UEB?
Recuerdo a la Dra. Meredith Anne Scheflen, la directora, una mujer absolutamente dedicada que dejó su tierra para venir a servir a personas que nunca conoció antes, que no eran su familia, pero tenía el espíritu de servicio extraordinario. También recuerdo a varios docentes, recuerdo a mi docente de periodismo, aunque era un poco lento o parco y a veces me dormía en sus clases, era un hombre que conocía mucho, uno tenía que estar atento y concentrado porque se aprendía mucho de él. También recuerdo a mi docente Rubén Poma, él ya falleció, fue un ícono de la televisión costumbrista en esos tiempos. Lo que ahora disfruto de la UEB es que tengo un grupo de 7 compañeras que seguimos siendo muy cercanas, seguimos reuniéndonos, hemos visto a nuestros hijos crecer juntos, un grupo bastante lindo y todavía recordamos historias de nuestra vida en la universidad.

-¿Qué aspectos destaca de su formación académica y personal en la UEB?
Lo que más valoro de la universidad es su método de enseñanza en la carrera de Comunicación, porque es de las pocas carreras que ofrece la posibilidad de estudiar ampliamente, no se llega con una receta, por ejemplo, si se estudia química las fórmulas están establecidas, o en el caso de física y economía tienen sus normas preestablecidas concretamente. El periodismo es como un libro en blanco, que se construye día a día, tomando las decisiones y el enfoque que se quieren lograr, no es un camino muy preestablecido ni riguroso, eso incentiva a luchar por lo que se quiere hacer con el periodismo, se abren muchas posibilidades de inventar y proyectar.

“El periodismo es como un libro en blanco que se construye día a día”

-¿Cómo logra dividir su tiempo entre sus obligaciones laborales y también con su hogar?
Es una batalla permanente, nunca es perfecta, especialmente si uno quiere ser madre. Yo intento por supuesto ser una buena mamá de mis dos niños maravillosos, manejar una oficina con 80 personas, tratar de tener un espacio personal para mí misma, es en ese espacio personal que surgen nuevas ideas, nuevos sueños o reflexiones internas; corro casi 3 veces por semana, trato de sacar a diario una hora y mediapara mí misma, lo hago muy temprano en la mañana o en la tarde.

“Cuando uno es bueno en lo que hace y ama lo que hace deja de convertirse en trabajo y se convierte en pasión”

-¿Qué sueños o metas le gustaría desarrollar en un futuro en cuanto al área profesional?
En lo profesional me gustaría alcanzar un nivel de asesoramiento más que un nivel gerencial, mi meta es que en los próximos diez años llegue a expandir mi programa en toda América Latina; ya estamos en varios países, como: Colombia, Ecuador, Perú, México, estamos pensando en seguir creciendo y así llegar a tener un rol más internacional que nacional. La labor que desempeño en Natura no la considero un trabajo en el sentido estricto de la palabra, es hacer viable mi pasión y de paso me pagan, esa es la bendición del tipo de trabajo que uno logra desarrollar para su vida, y me siento feliz de hacer lo que amo.

-Muchos jóvenes se están preparando para estudiar comunicación, si tuviera que darles un consejo ¿cuál sería?
La comunicación es súper amplia y si amas lo que haces no te va a faltar nada, cuando uno es bueno en lo que hace y ama lo que hace deja de convertirse en trabajo y se convierte en pasión, es eso lo que los jóvenes tienen que encontrar, porque ahí van a poder desarrollarse. Nada viene sin sacrificio, incluso la persona más talentosa en música que tiene un oído perfecto, para alcanzar un nivel alto tiene que practicar diez mil horas, por eso es importante seguir tu pasión y ser perseverante.

“Nada viene sin sacrificio en esta vida”

Donaciones para la conservación del bosque y del agua en Samaipata.

María Teresa Ramos junto a su equipo de trabajo.

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