REPORTAJE
Por: Jhorgely Limón
El Chagas es una enfermedad asociada a la pobreza. No existe una vacuna, sólo dos medicamentos con niveles altos de toxicidad en el cual presentan efectos colaterales obligando a los médicos a suspender el tratamiento dejando a su suerte al paciente. Sin embargo, el Instituto de Salud Tropical de la Universidad de Navarra (ISTUN) se encuentra en investigación de un nuevo fármaco con la finalidad que sea más económico; de administración oral, para mayor facilidad de medicación en las comunidades; que no presente efectos colaterales; que con poca dosis se pueda curar la enfermedad. Todo esto con el objetivo de ayudar a las comunidades o zonas endémicas debido a que la mayoría presenta índices de pobreza como sucede en el municipio de Vallegrande, zona endémica de Bolivia.
Características de la enfermedad
La enfermedad de Chagas, también llamada tripanosomiasis americana, es una infección causada por el parásito flagelado Trypanosoma cruzi conocido como la vinchuca.
En la mayoría de los casos esta enfermedad se presenta sin signos o síntomas que hagan sospechar su presencia, por lo que es conocida como la enfermedad silenciosa. Ser portador o estar infectado no siempre equivale a desarrollar la enfermedad, sin embargo, entre las personas que sí manifiestan la enfermedad de Chagas, los problemas más frecuentes son: problemas de corazón, se da aproximadamente en tres de cada 10 personas; problemas del aparato digestivo, se da en uno o dos de cada 10 personas.
El Chagas se presenta en dos etapas, la etapa inicial o aguda, sucede desde el día que contrajo la enfermedad y suele durar entre 60 a 90 días, en muchos casos suele pasar desapercibida, pero si la persona manifiesta síntomas pueden ser fiebre, fatiga, erupción, dolores del cuerpo, hinchazón de los párpados, dolor de cabeza, pérdida del apetito, náuseas, diarrea, ganglios inflamados, entre otros. La segunda etapa es la fase crónica, los signos y síntomas de esta fase se presentan de 10 a 20 años después de la infección inicial, o puede no manifestarse nunca. En casos graves, los signos y síntomas de la enfermedad de Chagas pueden ser latidos irregulares del corazón, insuficiencia cardíaca, paro cardíaco repentino, dificultad para pasar los alimentos debido al agrandamiento del esófago, dolor estomacal o estreñimiento causado por el agrandamiento del colon.
Por otro lado, el Chagas puede transmitirse de varias formas, las más comunes son: por la transmisión vectorial; por vía sanguínea, por transfusión de sangre de una persona con Chagas a una sana; vía congénita, los hijos de mujeres con Chagas pueden nacer con la infección. Sin embargo, hay otras formas de transmisión menos comunes como ser: por trasplante de órganos, por accidentes en el laboratorio o en el hospital.
Dicha enfermedad está relacionada con las condiciones precarias de la vivienda. En Santa Cruz, más específicamente en las zonas rurales, las casas están hechas de adobe, madera, tejados de hojas de motacú u otros materias, por lo que estas no poseen las condiciones higiénicas y de limpieza necesarias, y permiten que las casas sean portadoras de insectos como las vinchucas.
Vallegrande, sistema de salud y tratamiento
Jesús y Montes Claros de los Caballeros de Vallegrande es un municipio y capital de la provincia de Vallegrande en el departamento de Santa Cruz. Una región privilegiada que posee uno de los territorios más atractivos del departamento, formado por esplendorosos
valles, enormes
montañas y serranías. Está ubicada en las estribaciones de los Andes dentro de un gran valle fértil para la agricultura y del cual deriva su nombre. Limita al norte con los municipios Moro Moro y El Trigal, al noreste con la provincia Florida, al este con el municipio Postrervalle y con la provincia Cordillera, al sur con la provincia Luis Calvo del departamento de Chuquisaca, al oeste con el departamento de Cochabamba y el municipio Pucará.
La famosa calle Malta donde se encuentra el centro de salud Señor de Malta, el cual está a cinco cuadras de la plaza principal, en el que entre subidas y bajadas están ubicadas las casas, bien juntas unas con otras, algunas son de adobe con puertas y ventanas de madera muy antigua considerando que es el centro del municipio.
Los vallegrandinos son muy arraigados a sus costumbres, tradiciones, mitos y leyendas. Son personas muy amables y hospitalarias, pero si alguien por alguna equivocación le dice vallunos, ellos suelen molestarse y repiten “no somos vallunos, los que viven por el valle lo son, nosotros somos vallegrandinos”, así fue la reacción de Mariela Salazar, ante el comentario de un turista.
Ellos tienen la naturaleza de grandes comerciantes, ya que durante años establecieron las rutas comerciales entre el occidente y el oriente boliviano. Algunos guardan celosamente el origen de sus raíces del pasado colonial, desde su jerga hasta su vestimenta. Las mujeres con la falda hasta la rodilla, una camisa con mangas y un sombrero de fieltro; los hombres con el pantalón casi hasta los tobillos, una camisa blanca, y el infaltable sombrero.
Las personas que habitan ahí popularmente les dicen ch`uludos, por el típico sombrero de fieltro que usan.
Sin embargo, a pesar de ser un municipio muy acogedor, es catalogado como una zona endémica de la enfermedad de Chagas, debido al índice de pobreza en la zona.
“Actualmente aquí hay bastantes personas que tienen Chagas, por la naturaleza de las viviendas y a veces la convivencia muy cercana a unos animales que son muy atrayentes para la vinchuca”, menciona Mario Pérez, director de Desarrollo Humano de la Alcaldía de Vallegrande.
El municipio de Vallegrande cuenta con el hospital público Señor de Malta, el único que realiza el programa Chagas. Ofrece atención en pediatría, medicina interna, odontología, laboratorio clínico, fisioterapia y enfermería; un Centro Integral de Salud, para asegurados, que brinda atención en ginecología, pediatría, cirugía y medicina general.
También cuenta con cuatro clínicas privadas que son: Clínica Integral Vallegrande, que tiene atención en ginecología obstetricia, pediatría, ecografía, laboratorio, rayos x, medicina general, emergencias y cirugía general; Clínica Señor Jesucristo, cuenta con los servicios de consulta externa, cirugía convencional, cirugía laparoscópica, ecografía, interconsulta de especialidades, farmacia y laboratorio; Clínica Dr. José Méndez, cuenta con ginecología obstetricia, pediatría, medicina general, ecografía doppler color 3D/4D y cirugía general; Consultorio médico Dr. Anuncio Talamás, tiene los servicios de ecografía, medicina general, electrocardiograma, cauterizaciones, papanicolaou, biopsia, curación, nebulizaciones, sueros, inyectables y curaciones.
Todos los hospitales y clínicas son de primer nivel y ninguno cuenta con especialidades como ser: cardiología, dermatología, traumatología, entre otros. Como resultado, las personas que están en la fase crónica de la enfermedad tienen que acudir a Santa Cruz de la Sierra para poder recibir atención de un cardiólogo, y muchas veces el factor económico es un impedimento para poder continuar dicho tratamiento, como es el caso de Marcilina Córdoba.






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“Yo he estado muy mal y mi hija me ha tenido que llevar al cardiólogo, pero a Santa Cruz porque aquí no hay. Mi corazón está creciendo me dijo el doctor. Ahorita igual fuerte me duele mi corazón. Caro he pagado, mamita; sólo por la consulta del cardiólogo; por eso no continué el tratamiento, no me alcanza. De apenas para la olla gano, con qué plata voy a ir a Santa Cruz”, dice Marcilina, quien sale todos los días a las cinco de la mañana a vender verduras en el mercado, acompañada de su mandil celeste a rayas y sus infaltables ojotas.
También menciona que un día jueves cuando estaba por llegar a su puesto en el mercado, le vino un fuerte dolor en el pecho, pensó que esa sería la última mañana que caminaría por esos pasillos. “Lo único que hice fue pedir a diosito que no me deje morir; aún quiero vivir, le dije”. Marcilina pensó que el Chagas la había vencido, sin embargo, aún le resulta complicado realizar el tratamiento por la imposibilidad de ir a Santa Cruz.
A pesar de la necesidad de contar con un cardiólogo, el hospital Señor de Malta brinda el tratamiento con medicamentos gratuitos para pacientes agudos, el cual consiste en la valoración por un médico general, realización de estudios para la detección de Chagas y la obtención de medicamentos: Nifurtimox y Benznidazol.
Celida Montaño, enfermera y responsable del programa Chagas del hospital Señor de Malta, comenta que en el inicio del tratamiento se receta a los pacientes Benznidazol que es un poco atóxico y si presentan reacción a ese medicamento pasan a Nifurtimox, y si vuelven a presentar una reacción suspenden definitivamente el tratamiento.
“Nosotros prácticamente los abandonamos y no hay opciones para ellos, no podemos hacer nada, no hay otras opciones de medicamentos”, menciona Celida, con mirada resignada.
También cuenta que en enero de 2021 en el hospital Señor de Malta se presentó un paciente con efectos colaterales, tuvo que suspender tratamiento y despachar al paciente a su casa sin poder decirle que pronto se mejorará.
Según el registro de estadísticas del hospital de Malta, en la gestión 2018 iniciaron el tratamiento 14 personas, concluyeron 13 y uno presentó reacciones adversas al tratamiento. En la gestión 2019 iniciaron 20 personas el tratamiento, de las cuales 18 concluyeron y dos personas presentaron efectos colaterales. En 2020 iniciaron el tratamiento cuatro personas, tres de ellas lo concluyeron y una presentó reacciones adversas por el cual tuvo que abandonar el tratamiento.
Medicamentos y sus efectos colaterales
Ambos medicamentos con los que se trata el Chagas presentan altos niveles de toxicidad para el organismo. Los estudios de toxicidad experimentales con Nifurtimox muestran neurotoxicidad, daño testicular, toxicidad ovárica y efectos deletéreos en corazón, tejido mamario, adrenales, colon y esófago. El Benznidazol, presenta efectos deletéreos en adrenales, colon y esófago.
Aquellos efectos secundarios también provocan temor al paciente al momento de querer realizar el tratamiento.
“Tengo Chagas desde hace años, pero no estoy haciendo tratamiento porque los medicamentos son fuertes y tengo miedo que me hagan mucho daño. Mi mamá murió por Chagas y ella estaba haciendo tratamiento, le pusieron hasta marcapaso, pero los medicamentos le afectaron porque su Chagas ya estaba avanzado. Yo vi cómo sufría y no quiero pasar por lo mismo”, dice Margarita Álvarez. Hasta el momento ella se niega a realizar el tratamiento, por ello prefiere la medicina tradicional.
“Nosotros prácticamente los abandonamos y no hay opciones para ellos, no podemos hacer nada, no hay otras opciones de medicamentos”
Un estudio con infectados crónicos que se llevó a cabo en Bolivia entre 1980 y 1983, incluyó a 70 pacientes con Chagas, a los que trataron con Benznidazol en dosis de 5 miligramos/kilogramos peso por día durante 30 días. Tras una revisión retrospectiva, analizaron 34 historias clínicas de los pacientes a quienes lograron hacer seguimiento de uno a 10 años después del tratamiento. De los 34 pacientes tratados, el 100% mantuvo su serología (estudio que permite comprobar la presencia de anticuerpos en la sangre) positiva. El xenodiagnóstico (método de diagnóstico utilizado para documentar la presencia de microorganismos) se mantuvo negativo en un 94%. En dos pacientes (5.6%) observaron dermatitis maculopapular, que es un tipo de erupción cutánea que su apariencia es de pequeños sarpullidos color rojo, esto se presentó como reacción adversa al medicamento.
No obstante, existen los casos agudos que son detectados a tiempo y reaccionan favorablemente al tratamiento.
“He escuchado que algunos toman ivermectina, pero eso es para la malaria, en el caso de usarse para el Chagas no sé cómo vaya a resultar, a pesar de ello, se necesita un medicamento que sea más eficaz para tratar el Chagas”, menciona Yamila, bioquímica.
Investigación de un nuevo fármaco
El Instituto de Salud Tropical de la Universidad de Navarra (ISTUN) está en proceso de realización de un nuevo fármaco para la enfermedad de Chagas. El equipo de investigación está conformado por cuatro personas, Silvia Pérez es la investigadora a cargo.
“ISTUN es como una respuesta de la universidad de Navarra a la responsabilidad social de las necesidades que hay en el mundo, como respuesta a esta responsabilidad social la universidad de Navarra creó este instituto y dentro de ahí hay varias áreas de investigación y una de ellas es el mal de Chagas”, dice Silvia.
Actualmente el equipo de investigación realiza una nueva línea de síntesis de derivados que contengan la estructura del átomo de selenio, han descubierto que el selenio es una molécula muy interesante como coadyuvante en el tratamiento de diferentes enfermedades relacionadas con procesos inflamatorios, procesos inmunológicos o con procesos oxidantes, porque el selenio tiene un poder antioxidante antinflamatorio y puede ayudar a mejorar la respuesta inmunológica.
El equipo primero sintetiza las moléculas, una vez sintetizada pasan a purificarlas, las identifican para luego pasarlas a los colaboradores que trabajan en el tripanosoma, ellos prueban la actividad in vitro, si obtienen buenos resultados pasan a la actividad in vivo para posteriormente pasar al desarrollo de los compuestos para los ensayos clínicos.
En estos momentos se encuentran en desarrollo in vitro de una nueva serie de compuestos que han sintetizado, según sus ensayos de citotoxicidad (el cual sirve para detectar si un producto o compuesto tendrá efectos tóxicos sobre células vivas), no presenta ningún efecto citotóxico. Para una mayor efectividad realizan la investigación con tres cepas diferentes (tres tipos de vinchucas).
El objetivo de su investigación es que sea de bajo costo debido al tipo de enfermedad y su procedencia.
“No estamos buscando una patente para hacer negocio, lo que queremos es encontrar un medicamento barato, que tenga un perfil que pueda ser utilizado a temperaturas tropicales, que no necesite una conservación especifica que pueda ser utilizado en ese tipo de temperatura. Intentamos también que sea activo por vía oral, porque sería muy complicado una administración de un tratamiento para Chagas que requiriera algún tipo de administración intravenosa, y que curara la enfermedad a poca dosis, sería como el perfil del fármaco ideal que todos los investigadores buscamos para el tratamiento de Chagas”, agrega Silvia.
- Margarita Álvarez tiene la enfermedad de Mal de Chagas desde hace años pero no realiza tratamiento por temor a los efectos de los medicamentos. Su mamá igual padecía de la enfermedad y realizó el tratamiento pero no funcionó y falleció.
- A Marcilina Córdoba, le detectaron Chagas y fue a Santa Cruz de la Sierra para que la revise un cardiólogo porque presentó fuertes dolores en el corazón, pero por motivos económicos que le impedía viajar no continuó el tratamiento.
- Marcela Alcides menciona que cree tener Chagas porque ha visto vinchucas en su casa, pero nunca fue al doctor para saber si en verdad tiene y tampoco ha presentado algún síntoma.
- Eliza Terraza padece de Chagas. Actualmente le duele el pecho y la espalda. Le dieron una receta para que siga un tratamiento pero ella no cree en eso, menciona que cuando sea el momento Dios la llevará.
- Juana Corrales. Ella y toda su familia tiene el Mal de Chagas, sin embargo, ella no realiza tratamiento por temor a dañar su hígado con los medicamentos, porque ha escuchado que aquellas tabletas son fuertes y Juana es delicada del hígado y tiene gastritis.
- Elvira Bolilla es madre soltera y junto a sus hijos padece de la enfermeda del Mal de Chagas. Actualmente presenta molestias en el corazón, cansancio al caminar o subir las gradas, pero no realiza tratamiento por falta de recursos económicos.
Prevención y control vectorial
“Cuando estaba guagua mi papá encendió un mechero para alumbrar porque más antes no había luz. Apareció llenito de vinchuca la pared. Con un palo con fuego mi papá lo espantó y todita la vinchuca se fue por el piso. Harto, mamita, cómo no vamos a tener Chagas con tanta vinchuca. También nuestra casita era de adobe y el techo de paja. En ese tiempo todos nos fuimos al doctor y toditos tenemos Chagas”, recuerda Marcilina.
Las vinchucas viven en las grietas de paredes y techos de las viviendas construidas con ladrillos de adobe, ramas o paja, y en lugares próximos al domicilio, como el gallinero y corrales. Mayormente en las viviendas más precarias, por esta razón es una enfermedad asociada a la extrema pobreza.
Sin embargo, en Bolivia existe el programa Nacional de Chagas para su prevención y control, en el que centran sus actividades en los siguientes componentes: control vectorial, en el cual realizan acciones de control químico vectorial mediante el rociado por barrido y rociado focalizado con dos ciclos de tratamiento químico; investigación y vigilancia entomológica, fortalece la vigilancia entomológica con el objetivo de mantener índices de infestación por debajo de 3% en el territorio nacional.
Otras de las actividades componentes es el diagnóstico y tratamiento de Chagas crónico reciente infantil, tiene como meta el diagnóstico de todos los niños menores de 15 años en los 168 municipios endémicos de Bolivia y el tratamiento a los casos positivos; Chagas congénito, este componente tiene como objetivo el diagnóstico de Chagas congénito, su tratamiento y seguimiento de niños nacidos en hospitales de segundo y tercer nivel de los seis departamentos endémicos.
Información, Educación y Comunicación (IEC) es un componente transversal al resto, en el que realizan actividades, capacitación comunitaria, e implementan paulatinamente un sistema de vigilancia comunitaria.
No obstante, una de las medidas más utilizadas para la prevención de Chagas es la fumigación en las zonas rurales.
“Aquí en Vallegrande se hace fumigado casi todo el año redondo para prevención de la vinchuca, más que todo en el área rural, porque ahí hay más casos de Chagas. A principio de año se hace una evaluación y de acuerdo a eso se programa fechas para ir a fumigar. Prácticamente tres veces por semana durante todo el año, o se programaba la semana completa. La programación es para el año redondo, ni bien aparece un caso positivo de Chagas se va y se fumiga. También hay épocas de campañas de fumigación y esa semana salimos, depende cuánto dura”, mencionó Bryan Edward, operador de ambulancia.
Otra medida recomendada por el Ministerio de Salud es la detección temprana del Chagas, sin embargo, existen casos que han tenido contacto con el vector, pero no se realizan el diagnóstico, como es el de Yolanda Rodríguez.
“No sé si tengo Chagas, no he ido al hospital por la dejadez y por miedo al tratamiento. Pero sí he visto de cerca harta vinchuca, aquí se ve harto, aunque la alcaldía viene y fumiga más o menos una vez al año, pero al poco tiempo aparece vuelta ese bicho”, menciona Yolanda, con preocupación.
A pesar de todas las campañas de prevención que realizan en el municipio de Vallegrande, aún hay muchas personas que se niegan a combatir la enfermedad con un tratamiento, algunos por temor a los efectos colaterales de los medicamentos, otros porque prefieren la medicina tradicional, pero hay muchas personas que simplemente no realizan el tratamiento por desconocimiento de la enfermedad.
Sin embargo, el Chagas no deja de ser una enfermedad endémica de Vallegrande. Las autoridades aseguran campañas de prevención y fumigación de Chagas, pero el pueblo dice lo contrario, algunos afirman que sólo hay cuando es época de campaña, otros aclaran que sólo realizan fumigaciones una o dos veces al año y que de nada sirve porque a los pocos días se puede ver otra vez vinchucas.
No obstante, ISTUN en la Universidad de Navarra, España, continúa en el desarrollo de un nuevo fármaco, con la esperanza que pueda ser de beneficio a comunidades o zonas endémicas y con índices de pobreza. Si obtienen buenos resultados en los ensayos in vitro, in vivo y clínicos estiman que dentro de 10 años aproximadamente el nuevo fármaco ya esté en circulación en las farmacias y programas de Chagas.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en 2018 la pobreza extrema en Bolivia es de un 15,2%, y la pobreza moderada un 34,6%, aquellos datos reflejan la necesidad de un medicamento eficaz para contrarrestar la enfermedad de Chagas y, sobre todo, un mejor sistema de salud que pueda brindar cardiólogos a las provincias y comunidades que lo ameritan para así lograr un programa de Chagas efectivo.