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REPORTAJE

Por: Erika Brito Camacho

La etapa de la niñez es muy importante debido a que es el inicio de grandes cambios en el desarrollo social, cultural y emocional.

La situación vivida en la pandemia por el confinamiento, dictado a mediados de marzo en Bolivia por la llegada del Coronavirus, ha afectado fuertemente a los niños porque ha alterado su rutina diaria. Aunque hoy en día ya se permite la rutina normal, el miedo que ha sido infundado en los niños de no salir a la calle por temor al contagio aún se mantiene al igual que el virus.

 Los meses de abril a junio constituyeron el momento más crítico del país por el número de casos de Covid-19 y el alto riesgo de contagio. Ha sido un tiempo difícil para muchas familias bolivianas y el mundo, en muchos casos se ha visto la disolución de familias por no llevar una buena relación o el simple hecho de la presión y ansiedad de no saber cómo terminará esta situación y como llevar adelante una familia.

¿Cómo mejorar la convivencia entre padres e hijos?

Stella Bruzzone, psicopedagoga argentina menciona: “los convoco a jugar con sus niños, dejando en un plano secundario los contenidos curriculares, porque en este momento considero más importante consolidar el vínculo entre el contenido y la familia”.

Bruzzone, Stella Maris Alejandra. Lic en Psicopedagogía

Stella Bruzzone, psicopedagoga argentina menciona: “los convoco a jugar con sus niños, dejando en un plano secundario los contenidos curriculares, porque en este momento considero más importante consolidar el vínculo entre el contenido y la familia”.

Debido a la pandemia, se dio el cierre de los centros educativos, los niños experimentaron el quiebre en su rutina académica, por eso la psicopedagoga recomienda que los padres creen rutinas dentro del hogar y de esa manera mejorar la relación familiar.

“En primer lugar, escuché, luego intensifiqué la contención a sus necesidades, que no eran otra cosa que un pedido de escucha, así que di palabras que ayuden a bajar la ansiedad y tratar de derribar los miedos fantasmáticos que se les presentaban” explica la experta.

Incentiva a los padres a relacionarse aún más con sus hijos, a definir horarios para realizar actividades durante la semana, no solo actividades educativas, también actividades físicas ya que es un punto importante, permite aumentar el nivel de alerta en los niños, la capacidad de concentración y rendimiento en todos los aspectos.

¿Cómo lidiar con las emociones y sentimientos de los niños?

“Los niños deben saber que nosotros los adultos, también pasamos por estrés, ansiedad, miedo, etc. El adulto debe tratar de convivir con sus ansiedades, de manera en que no caiga en momentos caóticos que hagan que el niño se sienta inseguro ante sus propias emociones y sentimientos, porque el que brinda protección y calma es el adulto al niño y no al revés” subraya Stella Bruzzone, psicopedagoga.

Los niños son seres en desarrollo, tanto físico como emocional. Este desarrollo emocional va de la mano de juegos, amistades, experiencias, descubrimientos, aprendizaje y muchos otros factores, que en situaciones normales pueden aplicarse de una u otra manera.

¿Qué es el desarrollo emocional en los niños?

“Es el proceso que se sigue en cada etapa de la vida, sobre todo en la etapa infantil, el niño aprende a sentir y a vivir las emociones, las cuales se desarrollan de acuerdo al contexto en el que vivimos”. Explica el psicólogo Marcelo Espinoza.

El desarrollo emocional de los niños hace que tomen conciencia sobre el origen y el desarrollo de las emociones. Empiezan a verlas y leerlas en las expresiones faciales de los demás, a interpretarlas en función del contexto social. Así, el cambio y el crecimiento que se espera de ellos a nivel emocional, deriva de las experiencias que le ocurren.

Es en ese momento donde los padres, deben tener conciencia y darle mayor importancia a la educación emocional. La educación emocional debe estar presente en la crianza infantil, tanto en las familias como en las escuelas.

Importancia de la educación emocional

“Las emociones, se educan de acuerdo al ejemplo que el niño reciba de los padres, estos son quienes tienen el mayor control sobre cómo el niño va actuar con respecto a sus emociones”. Recalca Marcelo Espinoza, psicólogo y docente.

Un niño que ha crecido teniendo como base una buena educación emocional, por ende, tendrá un desarrollo positivo. Crecerá en confianza consigo mismo, capaz de saber que tiene capacidades, aprenderá de los errores, será una persona asertiva, con buenas habilidades sociales y para resolver los conflictos, podrá de comunicarse con los demás (y consigo mismo) de forma exitosa.

“Los niños están en un proceso de formación en cuanto a sus emociones, ellos van a experimentar sus emociones tal cual vienen y es ahí donde el adulto juega el papel más importante, debe moldear esas emociones” hace énfasis el experto Marcelo Espinoza.

Recomienda a los adultos cuidar de sus emociones ya que son una figura de ejemplo para los niños. De igual manera a los padres, hablar con sus hijos como primera medida, explicarles y hacerlos entender de la mejor manera, la importancia de tener un buen desarrollo y educación emocional en sus vidas.

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