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REPORTAJE

Por Oly Delgado, Sara Raslan, Abi Keila Machicado, Sandro Ortuste, Oliver Céspedes, Iván Aneiba.

Septiembre, 2020

El debilitamiento de la economía a nivel mundial, los recortes de salarios, el incremento de despidos y la inestabilidad e incertidumbre son algunos problemas provocados por la pandemia. Por ese motivo muchas personas buscaron generar emprendimientos para mejorar sus ingresos y pagar deudas

Elian Salvatierra, un joven de 21 años, relata los cambios que realizó en su vida a causa de la cuarentena. “Empecé a trabajar como prestamista el 2019, tenía un capital ahorrado que podía disponer. También, me incentivaron unos amigos que trabajan en ese mismo rubro, me dijeron que la ganancia era por día, y fue así, comencé con los préstamos y me empezó a ir bien, hasta que se decretó la cuarentena”, señala el joven.

La cuarentena hizo que el capital de trabajo de Elian fuera mermando debido a que el local donde atendía cerró, y también los clientes que tenía fallecieron y otros viajaron.

“Recuerdo que el 13 de julio, cuando la cuarentena empezó a flexibilizarse, me dirigí al barrio Primero de Mayo que es donde vivía un señora cliente mía, fui para que me pagara una cierta cantidad de dinero. Al llegar a su casa toqué la puerta y salió su hijo, un joven de 30 años aproximadamente, le pregunté si se encontraba su mamá; de inmediato el hijo de la señora se rompió en llanto y con una voz temblorosa me dijo que su mamá había fallecido  a causa del Covid-19, que estuvo un mes internada en el hospital y que hicieron todo para que se recuperara”, recuerda Elian.

El joven cuenta que no tuvo el valor para cobrarle. “Le conté al hijo de la señora que ella tenía una deuda conmigo, y le pregunté si alguien se haría cargo; me dijo que él estaba desempleado y que no podía pagar la deuda de su mamá; además, que él no hizo el contrato conmigo. No pude obligarlo, el hijo estaba desgarrado de dolor”, contó el joven prestamista.

Sucesos como estos muestran una crisis global y universal en el aspecto social. Hasta la fecha más de 921.000 personas fallecieron en todo el mundo, en Bolivia cerca de 7.297 personas, y el departamento de Santa Cruz fue uno de los lugares más afectados por la pandemia con casi 4.000 fallecidos.

De la misma manera, la economía mundial está pasando por un momento de déficit. Según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), prevé que tras la pandemia del coronavirus el desempleo a nivel mundial se sitúe en 9.4% al concluir el 2020, niveles nunca antes vistos.

En Bolivia, según datos de los expertos, la crisis afectó a los trabajadores independientes como Elian, que conforman un 55% de la población trabajadora, y también a los empleados de las Mypes (micro y pequeñas empresas), que representan el 23%. Además, el 80% de este último sector no cuenta con protección de seguridad laboral ni social.

El presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, Fernando Vargas, explica que el departamento cruceño, al igual que el resto del mundo, está siendo afectado por esta paralización económica sin previo aviso. “Santa Cruz no es una isla, y por lo tanto, está dañada debido a la crisis económica que afecta a todo el planeta. Entonces, existe una crisis sin precedentes que evita que se reúna la oferta con la demanda”, señala el economista.

  • Entrevista a Fernando Vargas, presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, acerca de la crisis económica.

Elian reconoce que el actual momento es difícil para gran parte de la población. “Lamentablemente nadie estuvo preparado para esta pandemia. Por lo tanto, a causa de esta crisis que la sociedad está pasando, las personas empezaron a buscar nuevas formas para sustentar económicamente a su familia, o  sustentarse a sí mismos como es en mi caso”, indica.

Cuando Elian se dio cuenta que el trabajo como prestamista no estaba “colaborando” con su economía, decidió emprender un nuevo negocio. “No podía quedarme con las manos cruzadas, así que cambié el trabajo de prestamista, y con el poco dinero que me quedó logré comprarme una moto y empecé a trabajar como delivery, gano por día y recuperé algo de mi capital”, señala entusiasmado.

  • Elian Salvatierra (21) cuenta cómo cambió su actividad laboral

De la misma manera varias personas empezaron a realizar nuevos emprendimientos, por una parte, aquellos trabajadores independientes como Elian y por otra, aquellos que empezaron a darse cuenta que sus empleos se volvieron inestables.

Patricia Michel, chef de 45 años, apasionada por su profesión, formaba parte del grupo de personas con inestabilidad laboral. “Trabajaba de lunes a lunes en el restaurante Okinawa, era jefa de sección, me encargaba de las milanesas y del pollo agridulce. Mi empleo se tornó inseguro de un momento a otro, cuando se aplicó la cuarentena”, relata.

El 22 de marzo se decretó la cuarentena rígida en Bolivia, y alrededor de 5.000 negocios gastronómicos y al menos 50.000 empleos, según los datos de la Cámara Gastronómica de Santa Cruz, cerraron sus puertas y dejaron de atender al público, ocasionando en algunos casos despidos o reducción de personal.

“Cuando empezó la cuarentena los dueños del restaurante cerraron, y dijeron que nos llamarían cuando todo esto se calmara y el gobierno apruebe las condiciones para volver. De cierta manera esto causó desconfianza entre nosotros los empleados, así que de una u otra manera tenía que buscar otras fuentes económicas”, cuenta Patricia.

Sin salir o cambiar de sector, Patricia reinauguró un servicio de catering que había empezado el 2017. “De esta manera es que reinicié con catering Kurys, un proyecto que había empezado en el condominio Los Pintores, el año 2017, teniendo en cuenta que no me podía quedar sin trabajo y debía colaborar financieramente a mi esposo”, señala.

  • Patricia Michel (45) cuenta el emprendimiento que realizó

El vicepresidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, Juan Pablo Suárez, explica que de una u otra manera las personas deben emprender nuevos negocios. “Creo que es el momento de que las personas tomen la decisión de emprender; apuntamos a una revolución de emprendedores y creo que es el camino a seguir, pero que no solo sea por este tiempo de crisis, sino que constantemente nosotros deberíamos formarnos para emprender”, enfatiza.

Para las personas que están iniciando emprendimientos, la formalidad de inscribirse en Fundempresa, de abrir un NIT y luego pagar impuestos se vuelve innecesaria; al menos para los nuevos emprendedores, porque los trámites son costosos y largos, y por ello deciden empezar negocios informales.

“Para formalizar una empresa en nuestro país se necesita más de 70 días en promedio y un gasto de cerca de Bs. 12.360, que equivale a 6 salarios mínimos. Es por eso que Bolivia está hecho para la informalidad, e incluso el 64% de nuestra economía es informal porque el Estado es un Estado ineficiente y no deja que los emprendedores formalicen su negocio”, explica Suárez.

  • Entrevista a Juan Pablo Suárez, vicepresidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz. Él explica acerca de la informalidad  

Es notorio que las personas que empiezan a emprender prefieren tener sus empresas o negocios informales, debido a que es complicado formalizar. Muchas de estas personas que realizaron emprendimientos, no solo lo hicieron para tratar de sostener su economía, sino que varias de ellas sacaron préstamos del banco, antes de la pandemia.

Ese es el caso de Arturo (nombre ficticio), él dice que su emprendimiento lo inició para pagar una deuda en el banco que lo solicitó para reparar su instrumento de trabajo. “Tuve que buscar un nuevo emprendimiento, no solo por el hecho de la llegada de la cuarentena, sino porque necesito el dinero para pagar al banco. Soy taxista y me saqué un crédito para arreglar el motor de mi vehículo, de mi instrumento de trabajo”, relata.

Arturo cuenta que utilizó sus habilidades para su nueva labor. “Todos tenemos alguna habilidad, en este caso la mía es la costura. Estamos en un tiempo donde lo trajes de bioseguridad, como el barbijo, los gorros, las chaquetas, son muy importantes; por lo tanto me animé a realizar este tipo de trajes para recaudar el dinero”, explica el emprendedor.

Por casos como el de Arturo, el 31 de agosto el gobierno promulgó la Ley de Diferimiento del Pago de Créditos y Reducción Temporal del Pago de Servicios Básicos, con la cual amplía el beneficio a los deudores hasta el 31 de diciembre de 2020.

“La ley que acaba de salir favorece bastante a las personas como yo, que tienen préstamos en el banco y que en estos momentos se nos hace complicado pagar, creo que es un beneficio importante, ya que este déficit monetario está arrasando con todos”, indica Arturo.

Expertos en el tema aclaran que esta ley tiene pros y contras. Explican que el dinero que los bancos prestan proviene de las personas que pagan su deuda; es decir, si una persona paga lo que debe a la entidad financiera, ese mismo dinero la banca lo utiliza para un próximo préstamo, de esa manera es cómo funcionan los préstamos.

Por una parte el favorecimiento es notorio para aquellas personas que tienen deudas en el banco y que con esta nueva ley, tienen tiempo para pagar hasta el 31 de diciembre del presente año. Pero por otra parte, aquellas personas que tienen una deuda en el banco y deseen adquirir otro préstamo (tomando en cuenta que ya tienen una deuda), es probable que tengan dificultad en conseguirlo porque no habrá suficiente liquidez para un próximo crédito.

La pandemia por el Covid-19 ha provocado crisis en la salud y la economía de las personas. Sin embargo esta situación es la que estimula la creación de emprendimientos, como lo hizo Elian, que buscó una nueva forma de generar recursos; o al igual que Patricia, quien gracias a su catering colabora con su familia; y Arturo, que a partir de sus habilidades inició un nuevo negocio.

Para el 2021, de acuerdo a las perspectivas de los expertos, se espera que exista un impulso a la economía, y que en ese nuevo escenario, los emprendedores sean parte fundamental del sistema económico.

El reportaje multimedia fue elaborado por estudiantes de la materia de Periodismo Digital, de la carrera de Comunicación Multimedia Estratégica, de la Universidad Evangélica Boliviana.

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