En Bolivia la deficiencia de vitamina “A” es una de las carencias nutricionales más problemáticas, su deficiencia eleva las tasas de morbilidad infantil por infecciones respiratorias e infecciones diarreicas agudas (IRA-EDA).
Según un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la mortalidad infantil en menores de cinco años se redujo entre 1990 y 2011, un 41 %. Sin embargo, Bolivia aún se encuentra entre los países que registran más de 50 muertes por cada 1.000 nacidos y mantiene uno de los niveles más altos de la región.
Presentación de la autora de la tesis
María del Carmen Ponce Coca, egresada de la carrera de nutrición y dietética en la Universidad Evangélica Boliviana, con diplomado en Nutrición infantil, Alimentación complementaria escolar y una especialidad en Salud pública con gestión en gerencia, realizó una investigación, junto a Verónica Deneulin, titulada “Impacto del consumo de una mega dosis de Vitamina A dada en mujeres lactantes y su relación con la morbilidad”.
Esta investigación tuvo el objetivo de determinar el grado de relación entre el consumo de esta vitamina en madres lactantes y la presencia de enfermedades infecciosas (IRA-EDA) en los menores de tres meses.
La vitamina “A” es importante para el desarrollo la visión, el crecimiento de los huesos, complementa el sistema inmunitario, ayuda al buen funcionamiento del corazón, los pulmones, los riñones y otros órganos. Esta vitamina se divide en dos tipos: la vitamina A preformada, que se encuentra en carnes, pescados y productos derivados de la leche; y la provitamina A, que se encuentra en frutas, verduras y vegetales.
“Es una vitamina liposoluble, se almacena en el hígado, el organismo hace uso de a acuerdo a las necesidades diarias, esta megadosis le da una protección de seis meses a la persona que lo consume en este caso las madres” explica esta especialista.
Según el esquema nacional de salud aprobada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la dosis adecuada de suplementación de esta vitamina para madres lactantes es de 200 mil unidades (UI) cada seis meses, y para niños menores de un año es de 100 mil unidades (UI), misma dosis que es administrada en las madres de esta investigación. “La vitamina A, puede provocar toxicidad si se da mayor cantidad, porque se almacena en el hígado por mucho tiempo” recalca María del Carmen Ponce.
Etapas de la investigación
La investigación de esta nutricionista se desarrolló durante los primeros tres meses del periodo de lactancia de 16 madres y 16 niños, que participaron en esta investigación desarrollada en el Centro de salud “Virgen de Fátima” y “Los pinos”.
Este estudio tuvo seis etapas. Primero se dividió en cuatro los grupos de estudio al azar, para la posterior recolección de datos de las mujeres lactantes.
La segunda etapa consistió en la administración de placebo, suplemento y educación nutricional a estos grupos; al primero se le administro placebo, el segundo recibió educación alimentaria nutricional, el tercero fue el receptor de un suplemento de la vitamina “A” y al último grupo se le administro el suplemento de vitamina “A” más educación alimentaria nutricional.
En la tercera etapa se determinó el consumo promedio diario de nutrientes con un recordatorio de 24 horas, que consiste en definir y calcular la cantidad de todas las comidas y bebidas ingeridas durante un periodo de tiempo anterior, a la entrevista realizada a la mujer lactante; y la evaluación del estado nutricional que se dio a través del método antropométrico, que consiste en la toma de medidas corporales al niño y a la madre.
En la cuarta etapa se volvió a repetir la entrevista y la evaluación del estado nutricional, después de tres meses de seguimiento a la madre y el niño.
En la quinta etapa se analizó y comparó el estado nutricional de la madre y el niño entre las evaluaciones nutricionales realizadas al inicio y al final del estudio. Es por ello que en la última etapa se tabuló los resultados obtenidos, como la incidencia de morbilidad de los niños por infecciones IRA- EDA, y la determinación de la diferencia existente entre el grupo de control y los distintos grupos de intervención.
Enfermedades IRA- EDA por falta de vitamina A
Según la última Encuesta de Hogares (EH) realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) (2018) de un total de 1.119.367 personas menores de cinco años, las infecciones respiratorias agudas (IRA) tienen una prevalencia de 42,4 % en las niñas y 40,9 % en los niños. En el caso de las enfermedades diarreicas agudas (EDA), la prevalencia llega a 23,6 % en las niñas y en los niños alcanza a 23,4 %. A nivel departamental, Beni reporta el mayor porcentaje de EDA con 38,3 %, entre tanto Pando registra la mayor prevalencia de IRA con 64,4 %.

Fuente: Encuesta de Hogares (2018) por el Instituto Nacional de Estadística.
Hallazgos de la investigación
La investigación realizada por la nutricionista María del Carmen Ponce pudo arrojar que, la administración de una mega dosis de vitamina “A” oral a las madres después del parto es una intervención eficaz para proteger contra las infecciones IRA -EDA a los lactantes durante los primeros tres meses de vida.
La incidencia de estas infecciones disminuyó entre 25 – 50 % en los niños que recibieron la suplementación de vitamina “A” en relación a los grupos que no recibieron. Es decir, que los episodios de infecciones que se presentaron en estos niños fueron más cortos que en aquellos grupos que no recibieron esta vitamina.
Mientras que la educación alimentaria nutricional fue un factor importante para mejorar las condiciones alimentarias de las mujeres lactantes.
“En la primera etapa de la infancia es cuando ocurre el máximo crecimiento y desarrollo que tiene el ser humano”
Desde 2004 María del Carmen Ponce Coca es responsable del programa alimentación y nutrición en Servicio Departamental de Salud (SEDES), del departamento de Santa Cruz.
“Dentro del sistema público de salud existen múltiples suplementos nutricionales. A partir de los seis meses, se le entrega a la madre la suplementación de la vitamina A, también están las chispitas nutricionales, que es la suplementación con hierro para prevenir la anemia y por último el “Nutribebé” suplemento que se utiliza para combatir la mal nutrición” explica la responsable.
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En la primera etapa de la infancia es cuando ocurre el máximo crecimiento y desarrollo que tiene el ser humano, es por ello que es importante que los niños se beneficien de estos suplementos nutricionales.
En el control de “niño sano” dentro del centro de salud, es donde se puede evaluar el estado nutricional de los niños, donde las madres pueden ser beneficiadas de educación nutricional, y así pueden evitar a que sus niños lleguen al extremo de la desnutrición y el sobrepeso infantil.
Ponce considera que la falta de difusión de estas medidas preventivas es una las debilidades dentro del sistema publico de salud. “Muchas mamas teniendo el centro de salud cerca de su casa no acuden a el, y si acuden es cuando ya están enfermos”manifiesta la nutricionista. Tanto la difusión de información nutricional como las investigaciones deben proseguir para acabar con el grave problema de desnutrición en el país.
Este texto se elaboró en el marco de la Maestría en Comunicación Periodística UEB-UNESCO.