REPORTAJE
Por: Marisol Carrasco, Eduardo Dabdoub y Carlos Eduardo Pérez.
Mayo, 2016
Hace más de tres años, cuando solo tenía catorce, Jade salió de su casa. Ella necesitaba un lugar donde dormir y comida para subsistir, pero no sabía cómo conseguir el dinero. Con la ayuda de su prima encontró la solución; cambiar su cuerpo por unos cuantos pesos.
El momento fue eterno. Los días se hicieron años. La necesidad venció y, ya acostumbrada al dinero, Jade siguió vendiendo su cuerpo.
Incluso al ver que el dinero no era suficiente y que tenía muchos días libres, comenzó a buscar la manera de conseguir más clientes. Empezó a publicitar su servicio en uno de los diarios de la ciudad. Delegó la tarea a un hombre que gana un porcentaje por conseguirle clientes. Desde entonces, periódicamente, se puede ver su anuncio en el diario El Deber, donde ofrece su cuerpo por dinero.
- Anuncios publicitados en la sección Clasificados del diario El Deber
“Hola corazón, SOY JADE, linda, alta, delgada con carita angelical!!! Cariñosa, amable y ardiente. Te invito a pasar momentos inolvidables a mi lado, ven y disfruta el verdadero placer por tan solo 60, 80 y 100 Bs. Llámame al 7xxxxxx, no te arrepentirás”, se lee en uno de los anuncios publicados.
- Entrevista a Jade – primera parte
El periódico más importante de Santa Cruz, El Deber, recibe desde 1970, miles de anuncios mensuales de mujeres que al igual que Jade, buscan, mediante su cuerpo, una subsistencia confortable.
Mabel Quiroga, jefe de la Oficina Central del Diario El Deber, explica que “no hay nada que les impida colocar cualquier clase de anuncios”. A modo de ejemplo, dijo que el diario ha llegado a publicar, entre junio y agosto de 2015, más de 9.000 avisos de «damas de compañía» o de «servicios para adultos». Son avisos que han sido pagados por más o menos 2.000 personas.
“Nosotros solo prestamos un servicio. A nosotros solo nos compete conocer la edad, que no haya obscenidades ni discriminación”, argumenta Quiroga.
- Entrevista a Mabel Quiroga, jefe de la Oficina Central de El Deber (audio)
Aunque El Deber no acepta la colocación de anuncios por parte de menores de edad, lo cierto es que muchas jóvenes con menos de 18 años están involucradas en la prostitución, que, indirectamente, es publicitada en anuncios comerciales de este diario.
- Llamada a un número de teléfono que aparece en uno de los anuncios Clasificados del diario El Deber. Se escucha que la edad no es un inconveniente para trabajar de «damita de compañía».
Dentro de las publicaciones en el diario El Deber, los anuncios respecto a la prostitución se dividen en tres clases: aquellos en los que directamente se ofrecen servicios sexuales por parte de mujeres; los anuncios de las casas de masajes que, en muchos casos, funcionan como prostíbulos y; finalmente, los que buscan a jovencitas para «trabajar» y «darse algunos lujos».
“QUIERES GANAR MUCHO DINERO Y CON POCO ESFUERZO… NECESITAMOS DAMITAS DE COMPAÑÍA, CON O SIN EXPERIENCIA para atender a una selecta clientela. Te damos vivienda, turnos a elección, de día, de noche o cama adentro. Se paga diario. Ganancias desde Bs 1.500, 2.000 o más, llama 7xxxxx o 7xxxxxx. TOTAL DISCRECIÓN.”
Hay avisos desde Bs 16, que permiten escribir textos de 185 caracteres, hasta clasificados de Bs 83, que permiten realizar destaques y lograr llamar la atención y persuadir mejor a los posibles clientes. “Ningún anuncio puede llevar fotografías porque, como periódico, tenemos una responsabilidad social”, dice Mabel Quiroga.
Otros diarios de la ciudad rechazan los anuncios publicitarios acerca de «damas de compañía». Según explica el subdirector interino de El Día, Rafael Sosa, “como medio de comunicación impreso estamos encargados de informar, orientar y educar a los jóvenes y hacerles entender que la salida fácil jamás es la mejor”.
- Entrevista a Rafael Sosa – El Día (audio)
La investigación también se realizó en otros diarios como El Mundo y La Estrella del Oriente. Se observó que, durante los primeros seis meses de la gestión 2015, no publicaron ningún aviso publicitario con las características estudiadas en este reportaje.
Sarina Banegas, funcionaria de la Unidad de Victimas Especiales (UVE), explica que “siempre que se compruebe que se induce a una menor de edad para la venta de su cuerpo, hay una pena privativa de libertad”. Sin embargo, respecto a los medios, señala que muchos procesos que la UVE les entabla, quedan truncados porque ellos (los medios) se amparan en el artículo 150 de la Ley de Imprenta, al estipular que “todos pueden comunicar sus pensamientos de palabra o por escrito, y publicarlos por medio de la imprenta, pero bajo la responsabilidad que la ley determine”.
- Entrevista a Sarina Banegas – Unidad de Víctimas Especiales (audio)
Mientras las páginas de clasificados de este tipo siguen circulando, suceden historias como la de Jade.
“Mi niñez nunca fue divertida, no tuve la suerte de agarrar un juguete ni la oportunidad de asistir al colegio y compartir con compañeros”, expresa Jade. “No conocí a mi padre y mi madre me maltrataba mucho. A veces no comía, por eso me escapé de mi casa, tenía que trabajar, así que lo hice”, agrega la joven.
- Entrevista a Jade – segunda parte
La Defensoría de la Niñez, mediante María Eugenia Aguilera, dice que no puede actuar de oficio en casos como el de Jade. Solamente se procede cuando la UVE o la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (FELCC) actúan por haber recibido alguna denuncia. «El procedimiento arranca con la denuncia, de ahí viene la Policía, la Fiscalía, la Defensoría y se llega al juzgado», explica.
- Entrevista a María Eugenia Aguilera, psicóloga de la Defensoría de la Niñez en Santa Cruz (audio)
- Cantidad y tipos de publicaciones (elaboración propia)
Este reportaje multimedia fue elaborado por estudiantes de la materia de Periodismo Digital, de la carrera de Comunicación Social, de la Universidad Evangélica Boliviana.